El 27 de Noviembre del 2003, dirigí la siguiente carta al Alcalde Provincial del Cusco, que fue recibida por Trámite Documentario de la Secretaría General con el Registro Nº 026212 y por la Dirección del Medio Ambiente el 28 del mismo mes.
“Cuando una persona decide viajar a cualquier departamento del país o provincias del Cusco, o arribamos a esta ciudad, observamos un panorama lamentable en las carreteras que refleja el bajo nivel cultural de nuestra población en la conservación del medio ambiente.
Se observa abundante basura que bordean todas las carreteras sin excepción. Tales residuos sólidos consisten en bolsas y botellas de plástico, envases de helados, yogurt y otros alimentos, latas de leche y de conservas, etc, etc. Toda esta basura es arrojada por los pasajeros a través de las ventanas de los ómnibus de transportes provinciales o inter departamentales en marcha.
Los diferentes colores resaltantes de los plásticos y de otros residuos contrastan con la vegetación verde que crece paralela a las carreteras, mostrando un aspecto lamentable para los visitantes de la ciudad del Cusco. Esta situación se va incrementando por la acumulación de basura en las carreteras y no se toma ninguna decisión para reducirlos o controlarlos.
Es cierto que ejecutar tareas de educación ambiental a la población usuaria de los servicios de transporte provincial o inter departamental, es complejo y demandaría un gran costo y tiempo; sin embargo, creemos que es posible comenzar a educar con el fin de concientizar a la población hacia un cambio de hábitos y comportamientos para la conservación del medio ambiente. Motivados por esta problemática acudimos a su Despacho para hacerle llegar la siguiente sugerencia.
Todos los asientos de los ómnibus presentan un respaldar. En la parte posterior de cada respaldar, las empresas de transportes deben colocar una bolsa de tela o plástico, cuadrada y pequeña, con una tapa y un cierre corredizo en la base. Encima de cada bolsa debe colocarse el letrero siguiente “Coloque la basura en esta bolsa”. Otro letrero con letras grandes en la parte superior derecha e interior de la parabrisa (a la altura del chofer) “No arroje basura a la carretera. Colóquela en la bolsa del respaldar del asiento”. Al final de su recorrido, la empresa de transporte debe vaciar el contenido de cada bolsa y tenerla limpia para un nuevo viaje.
Creemos que con esta acción, no se va a erradicar totalmente la costumbre del pasajero de arrojar basura a las carreteras, pero sí se va a reducir y lo más importante es que paulatinamente la población va ir tomando conciencia de conservar el medio ambiente.”
Luego de 15 días, acudí personalmente a averiguar sobre la atención que hubiera recibido nuestra sugerencia. Me recibió una colega y me manifestó que lo había leído, que estaba interesante, pero que no tenían presupuesto para materializarlo (¿?). Posteriormente, cambiaron de Director de Medio Ambiente y colocaron a otro colega conocido y le manifesté sobre la sugerencia y me indicó que estaba interesante y que coordinaría conmigo.
Han transcurrido catoce años y veo que los basurales siguen en incremento al borde de las carreteras. Para materializar la sugerencia no se requiere de presupuesto. Se requiere tomar la decisión y convocar a las empresas de transporte interprovincial y manifestarles que se ha tomado la decisión de reducir la incidencia de la contaminación por residuos sólidos en las carreteras.